Integración Benjamín

Proyecto en el que queremos demostrar que el deporte puede favorecer la integración de las familias que
están en 
riesgo de exclusión.

El fútbol está presente en nuestro día a día: tanto en las calles como en la televisión, donde vemos los partidos de los futbolistas profesionales. Pero ellos no han llegado hasta allí por arte de magia, primero fueron niños con ilusión de jugar al fútbol. Muchos otros la comparten, pero sus familias no se pueden permitir todos los gastos relacionados y, por ello, deben existir iniciativas que promuevan ayudas para que no haya barreras a la hora de jugar a este deporte que tantos amamos, el fútbol.

Equipo de fútbol benjamín mixto con niños apadrinados

En esta línea, durante esta pasada temporada 2018-2019 nuestro Club de Fútbol Popular Orihuela Deportiva ha llevado a cabo un proyecto novedoso en el municipio: formar un equipo de fútbol benjamín mixto con niños apadrinados. Es, sin duda, una de las actividades más importantes y enriquecedoras.

Todo surgió a partir de los ideales sociales que nos conforman como club: cualquier persona debe tener derecho a practicar deporte, sin importar su edad, sus creencias, su situación social, etc. Tuvimos la ayuda de la asociación Vega Baja Acoge y poco a poco se fue formando el entramado de todo el proyecto.

La actividad se gestionó entre la asociación y el club. Vega Baja Acoge invitó a las niñas y niños que tienen en su cuidado a participar e informó a los padres y madres de todo el proceso. Una vez llegaron al club, los entrenadores y el coordinador les informaron del funcionamiento y les apuntaron tanto en el equipo como en la liga que competirán, la liga Brave. Aunque en el día a día solo estaban implicados los entrenadores y el coordinador, socias y socios del club se volcaron de lleno para llevar y traer a los niños cuando los partidos se disputaban fuera del municipio y, junto a aficionados, ayudaron a costear las cuotas.

Cualquier persona debe tener derecho a practicar deporte, sin importar su edad, sus creencias, su situación social, etc.

El resultado ha sido enormemente satisfactorio en diferentes ámbitos. Por una parte, se pudieron apadrinar a 13 de los 14 niños y niñas que conformaron el equipo. Además, no solo aprendieron a nivel individual, como conceptos básicos de fútbol, sino también a trabajar y jugar en equipo. Así, se transmitieron valores como el respeto tanto entre jugadores y entrenadores como entre compañeros y entre rivales. Los niños, aunque no eran conscientes de que estaban apadrinados, estaban entusiasmados y por eso venían cada día con alegría e ilusión a los entrenamientos, por lo que aprendieron a comprometerse con el deporte y el club.

Las niñas y niños se llevan sin duda un buen recuerdo de esta experiencia: mucha diversión practicando y aprendiendo un deporte. Nosotros, como club, hemos visto nacer y triunfar una idea que responde a nuestros valores. Aunque en próximas temporadas no nos es viable continuar con este modelo, ya hemos firmado un convenio con otro equipo de la zona aportándoles desde nuestro club a algunas niñas y niños para así no abandonar un proyecto tan bonito y necesario.

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