Samuel Guerrero Felices, “Samu”
Jugador
Samu, un jugador que se esfuerza al máximo cada vez que sale al terreno de juego, nos responde a unas preguntas para que sepamos su opinión sobre este club de futbol popular.
¿Cómo llegaste o conociste al Orihuela Deportiva?
Lo conocí justo el mismo año que se fundó, pues además de recibir la llamada del que iba ser el entrenador esa temporada, tenía varios amigos que ya me habían escrito para animarme a formar parte de la plantilla. 3 años después aquí me encuentro, gracias a que el míster, Mario, en todo momento, supo controlar los tiempos y la manera adecuada de convencerme para que me planteara realmente mi regreso, sin presiones de ningún tipo. Entre eso y que, varios de los que serían mis futuros compañeros, son en realidad amigos, me decidí rápido.
¿Qué es para ti el Orihuela Deportiva?
Un club diferente a la par que especial. El Deportiva no es sólo un club de fútbol, es mucho más que eso. Es cierto que lo que más tirón tiene es el equipo de fútbol, pero no podemos olvidar la labor social que llevan a cabo en la Vega Baja. Centrándome en mi parcela, para mi es la institución donde mejor me han tratado como futbolista y persona. Siento el cariño de los aficionados desde el primer día y, siendo un club de accionariado popular, podríamos decir que eso equivale a que “los jefes” están a gusto contigo. Somos una gran familia y el mejor momento para comprobarlo es cuando el árbitro pita el final. Ahí se produce una unión entre afición-jugadores-cuerpo técnico digna de presenciar.
¿Qué opinas de la dirección popular que ha decidido tener el club?
Pienso que es un modelo de gestión que no está muy visto hoy en día, pero que cada vez irá cogiendo más fuerza y pronto veremos muchos más clubes que apuesten por esta forma de trabajar. Es cierto que el Deportiva tiene 3 años de edad y todavía están en una etapa de aprendizaje, pero eso no quita para reconocer la gran organización interna y el enorme esfuerzo de muchas personas que, de forma desinteresada (económicamente hablando), destinan gran parte de su tiempo libre o de ocio a trabajar para seguir creciendo.
«… no es un club más, sino que más allá del ámbito deportivo, tiene una relevancia total a nivel social, la cual es muy importante porque es una manera de involucrarse en el pueblo para ser parte activa de su día a día.»
¿Qué piensas sobre los valores que potencia el club?
Me siento totalmente identificado con ellos. De hecho, le estaré eternamente agradecido a Miguel Ángel y su directiva, pues gracias a ellos pude presentar de manera formal y pública mi primera novela futbolística, “Un sueño que se desvanece…” y todo porque ellos querían ser los organizadores, ya que me argumentaban que mi forma de ver y entender el fútbol estaba muy en común con sus ideales en contra de un fútbol negocio.
¿Por qué crees que es necesaria su implicación social?
Sinceramente pienso que si este club tiene tantos seguidores directos e indirectos es porque es único en nuestra comarca. Con eso me refiero a que no es un club más, sino que más allá del ámbito deportivo, tiene una relevancia total a nivel social, la cual es muy importante porque es una manera de involucrarse en el pueblo para ser parte activa de su día a día. Por ejemplo, tengo entendido que una parte de los beneficios que obtiene el club siempre van destinados a fines o acciones sociales.
¿Cuál es tu opinión sobre la iniciativa de apadrinar niños para hacer un equipo Benjamín?
Recuerdo que nos lo comentaron en el vestuario y en menos de un minuto, ya habíamos acordado tomar la decisión de apadrinar a uno de ellos los jugadores de la plantilla junto con el cuerpo técnico. Me parece una iniciativa digna de mencionar y un verdadero ejemplo para otros clubes que, quizá disponiendo de más presupuesto, no tienen la idea. El Orihuela Deportiva con esta acción ha hecho que más de una decena de niñ@s hayan podido aprender a jugar a fútbol divirtiéndose durante todo el año. Algo impensable para ellos y sus familias que carecen de los recursos necesarios como para poder brindarles esa oportunidad. Un 10 para el club en este aspecto.
¿Con qué lección o aprendizaje moral te quedas del tiempo que estas en el club?
He presenciado varios, pero sin duda me quedo con la hermandad que los aficionados han creado con los seguidores de nuestro rival en la promoción de ascenso. A pesar de que cada afición defendía a sus jugadores, al finalizar el encuentro de la vuelta, me llamó mucho la atención y me impresionó ver cómo, en medio de toda la euforia de jugadores, familiares, etc. nuestra grada encontró un momento clave para animar a los futbolistas rivales cantando todos al unísono. Una lección para todos los allí presentes que desprende deportividad, humildad y empatía entre otros tantos valores.